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Qué material elegir

La ventana limita la frontera entre el exterior y el interior de los edificios, siendo su principal función la de dejar entrar la iluminación natural; como reza el dicho popular, “Donde entra el sol, no entra el médico”. Son las aperturas que permiten que nuestros hogares respiren y renueven el aire interior, y los ojos con los que nos comunicamos con el mundo exterior. Otras misiones de las ventanas, igual de importantes, son:

  • La estanqueidad al agua
  • El aislamiento acústico y térmico
  • La obstaculización a la permeabilidad al aire
  • Posible protección de los rayos solares
  • Seguridad frente a posibles intrusiones
  • En caso de balcones o puertas, el permitir el paso de personas o cosas
  • Como elemento que forma parte del paisaje urbanístico (normativas municipales en cuanto al color de las ventanas), permite la adaptación al mismo con la posibilidad de disponer un color diferente en el interior.

Cuando se juntan todos estos factores, el cuidado en la elección, fabricación y montaje de la ventana se convierte en imprescindible para lograr la máxima calidad en cada una de estas fases. Las ventanas son elementos complejos, formadas por el cerco, marco, hoja, vidrio, junquillos, accesorios, herrajes, sellantes, etc., aparte de elementos complementarios como las persianas, vierteaguas, tapajuntas y los aireadores cuando van integrados en la misma.

Es importante resaltar que las ventanas no vienen en “talla única”. La ventana adecuada para un tipo determinado de fachada debe tener en cuenta las siguientes variables:

  • Orientación de la fachada
  • Material de la fachada
  • Tipo de aislamiento en los muros y cubiertas
  • Zona climática
  • Función del edificio: residencial, oficina, uso terciario, etc.
  • Existencia de elementos de control solar
  • La presión a la que está sometida por la acción del viento.
Un mismo edificio o casa puede, y muchas veces debe, tener ventanas distintas en cada fachada.

Las ventanas de aluminio son las más duraderas en el mercado

Los productos de aluminio para la construcción están fabricados con aleaciones que son resistentes a la climatología y a la corrosión, y que son inmunes a los efectos nocivos de los rayos ultravioletas, lo que asegura un comportamiento óptimo a lo largo de una muy larga vida útil.

Las aleaciones especiales y los acabados como el lacado o el anodizado aumentan todavía más su excelente resistencia a la corrosión y a los elementos. Esto hace que sea posible utilizar marcos y hojas de aluminio durante un largo plazo sin tener que hacer costosas revisiones o mantenimiento, aún en condiciones extremas de frío o humedad.

En las modernas ventanas de aluminio con rotura de puente térmico (RPT), los coeficientes de dilatación del aluminio y la poliamida son bajos y similares; la combinación de ambas propiedades garantiza que el ajuste de la ventana se mantiene durante muchos años.

Sirva como ejemplo las ventanas de aluminio instaladas en la “New University Library” de la Universidad de Oxford hace más de 70 años, que realzan la extraordinariamente larga vida útil del aluminio. El edifico, diseñado por Giles Gilbert Scott, y construido entre 1937 y 1939 fue una muy necesaria ampliación de la Biblioteca Bodleiana, la principal biblioteca de investigación de la Universidad de Oxford. Es una de las bibliotecas más antiguas de Europa, y en Inglaterra sólo la supera en tamaño la Biblioteca Británica.

Las ventanas más sanas y seguras

La carpintería de aluminio no desprende ninguna sustancia nociva, y mucho menos los Compuestos Orgánicos Volátiles1. En cuanto a la calidad del aire del interior de los edificios, el aluminio no emite polvo, vapores ni partículas, y no presenta ninguna toxicidad de contacto; es totalmente inocuo.

El aluminio es químicamente inerte, siendo utilizado para el transporte y envasado de productos alimentarios, limpio, e incombustible. En caso de incendio no libera ningún gas o vapor tóxico. Su punto de fusión es de 660º C; en el caso de las ventanas de aluminio con RPT, el punto de fusión de la poliamida es de 260º C, siendo también incombustible e inocua al alcanzar su punto de fusión. Según la norma UNE-EN 13501-1:20022 el aluminio pertenece a la categoría A1, es decir, que es incombustible y que no contribuye a propagar el fuego en grado máximo, y está clasificado como M0, no inflamable.

¿Escala de fuego para que se vea que es el grado máximo y que también se vea dónde están los plásticos en la misma escala? : Según la norma UNE EN 13501-1:2002, el PVC tiene la clasificación B. La ventana de PVC, es un material clasificado como M1 (según norma UNE 53.315), es decir, difícilmente inflamable y autoextingible; cesa la combustión cuando desaparece la llama exterior que la provocó.

El aluminio es un material con una gran resistencia mecánica, tanto que se utiliza para fabricar chasis y componentes para coches, camiones y aviones. Los perfiles de aluminio en las ventanas permiten que sean resistentes a la tracción y al impacto, y permite la instalación de perfiles huecos como elementos de cierre. El aluminio es imprescindible como elemento estructural de las fachadas ligeras de grandes edificios.

Las ventanas que permiten más con menos

El aluminio es un metal a la vez fuerte y ligero, y son estas propiedades las que permiten fabricar las ventanas más luminosas del mercado. Gracias a su rigidez, permite la realización de marcos y hojas más estrechos, y, junto a la posibilidad de ocultar los cercos, las grandes dimensiones de las ventanas correderas de aluminio permiten pasar un 15% más de luz y visibilidad que otras, ya que se reduce la parte opaca del hueco. Utilizando menos material en su fabricación, se consigue una superficie acristalada más amplia; a mayor iluminación diurna, mayor visibilidad, menor consumo de energía, y mayor confort.

Las ventanas más versátiles

La gran variedad de acabados de las superficies de aluminio, tal como el anodizado o el lacado, o el tratamiento “decoración madera”, y la amplia disponibilidad de colores, garantiza que las altas demandas estéticas de los arquitectos se puedan cumplir, y que el potencial de las aplicaciones de aluminio se pueda aumentar aún más. La flexibilidad y maleabilidad del aluminio garantizan un potencial de diseño casi ilimitado, permitiendo las composiciones complejas, con ventanas que se adaptan a cualquier situación constructiva, desde grandes puertas correderas a ventanas de ojo de buey.

El arquitecto Mies van de Rhoe dijo que el gran peligro del aluminio es que puedes hacer lo que quieres con él, ya que no tiene limitaciones.

Las ventanas más sostenibles

Las ventanas de aluminio son una combinación perfecta entre la durabilidad, la reciclabilidad y el aislamiento.

En los últimos años se ha visto un fuerte resurgimiento del uso del aluminio en la construcción, sobre todo en productos para fachadas exteriores, tal como cerramientos, ventanas, cubiertas y revestimientos. Estos productos no sólo aguantan el paso del tiempo y ofrecen unas excelentes prestaciones durante su larga vida útil; cuando los productos se quitan, el aluminio también tiene un valor y prácticamente el 100% puede ser reciclado con un mínimo uso de energía. Por tanto, el aluminio es uno de los productos más sostenibles que se pueden usar en la construcción hoy en día.

Las ventanas de aluminio con RPT combinan el metal con la poliamida, creando un cerramiento de alta tecnología con excelentes propiedades de aislamiento térmico y acústico. Asociado al doble o triple acristalamiento térmico garantizan un alto confort y bienestar en el interior de los edificios, sea cual sea el tiempo que haga fuera.

Conviene recordar que las prestaciones térmicas del hueco van directamente ligadas al estado de conservación del material que lo constituye, y es este sentido, el aluminio no tiene igual. Tanto los perfiles de aluminio como las varillas de poliamida utilizadas para la rotura del puente térmico son materiales con un coeficiente de dilatación similar y bajo, que es un factor clave para garantizar el ajuste perimetral de la ventana. Esto, combinado con la altísima durabilidad de ambos materiales hace que la permeabilidad al aire se mantenga perfectamente durante la vida útil del cerramiento.

1. Dentro de la categoría de COV (compuesto orgánico volátil) se incluyen diferentes tipos de compuestos químicos, tales como los hidrocarburos alifáticos, los aromáticos y los clorados, y éteres, aldehídos, cetonas, ácidos y alcoholes.

2. Clasificación en función del comportamiento frente al fuego de los productos de construcción y elementos para la edificación. Parte 1: Clasificación a partir de datos obtenidos en ensayos de reacción al fuego.